¿Y POR QUÉ TRUMP “NOS” AMENAZA?

 

*Rubbi Rada. Licenciado en Ciencias Política “Summa Cum Laude” por la Universidad Central de Venezuela.

  • Las amenazas mutuas entre Corea del Norte y Estados Unidos de emprender la guerra nuclear seguramente han de terminar en conversaciones y negociaciones, considerando la mutua destrucción asegurada. Corea del Norte se anota sus puntos para entrar de lleno en la escena internacional, a la par de las grandes potencias nucleares.

  • Estados Unidos, junto con la Unión Europea, sanciona económicamente a Rusia y promueve que las empresas chinas entren de lleno a negociar en Latinoamérica.

  • Pero Venezuela es el centro de las inversiones chinas y rusas de la región, sobre todo por contar con enormes recursos petroleros aún no explotados y por ser vía de entrada hacia otros mercados regionales.

  • La actuación política de Maduro hace que Venezuela se aísle políticamente del resto del mundo, con excepción de sus aliados naturales y de China y Rusia, que aumentan su presencia en el país y preocupan a Trump.

  • Es entonces cuando Trump “nos” amenaza, más preocupado por la penetración china y rusa en lo que considera su espacio natural e histórico de acción, que por las constantes violaciones a los derechos humanos y a la democracia en el país. Esta posición es coincidente con lo que conocemos es la política exterior de Estados Unidos, más de intereses que de principios.

  • Venezuela asume, aparentemente, el papel que asumió Cuba a principios de los años sesenta, cuando se alió con los rusos, se quedó aislada del resto del mundo y casi provoca una tercera guerra mundial. Pero hoy las circunstancias son otras: el aislamiento internacional completo es impensable.
  • Pero Maduro dice querer hablar con Trump y éste se niega. Maduro insiste y Trump sigue negándose. Por eso es preferible que, en lugar de ir a Washington, Maduro vaya a Moscú, como ha ya anunciado, seguramente haciéndole una visita a Pekín y tal vez, no hay que descartarlo, a Pyongyang.

  • Maduro cree tener capacidad y recursos para negociar con los grandes, cuando la realidad indica que lo más conveniente para Estados Unidos es sentarse a negociar con los chinos y con los rusos, los verdaderos dueños materiales de este país.

  • Por eso es que Trump no “nos” está amenazando. No amenaza a Maduro, sino a los chinos, a los rusos y a sus intereses en Venezuela.

  • Por esa razón, a cada declaración estadounidense pidiendo que vuelva la democracia en Venezuela, le corresponde una declaración rusa y otra china pidiendo que se respete nuestra soberanía.

  • Y lo cierto está en que el chavismo no ha sabido nunca negociar, ni con los grandes, ni con los pequeños. Les pongo dos casos: Hace algún tiempo, el Embajador de Rusia en el país se quejaba porque Venezuela cumplía sus compromisos petroleros con la nación de Masha y el Oso y no había venezolanos que reclamaran las becas que su gobierno ofrecía. Otro caso, ocurrido al mismo tiempo, fue la búsqueda desesperada de los dominicanos de pagar su deuda de caraotas con el país.

  • De allí que Maduro, cada vez más necesitado de recursos, acudirá a los rusos y a los chinos nuevamente, en búsqueda de préstamos que endeudan más a la nación, a cambio de asegurar negocios más ventajosos para las dos grandes potencias.

  • Y estos negocios, en lugar de ser ventajosos para el país al corto y al largo plazo, comprometen anticipadamente todo posible nuevo gobierno de la oposición, que tampoco convendría ni a chinos ni a rusos, aparentemente.

  • Mientras tanto, en lugar de aprovechar las grandes oportunidades tecnológicas y de innovación de estos dos países, pioneros en inversión de innovación para el crecimiento económico, miembros del grupo BRICS, Maduro se endeuda cada vez más y a cambio de petróleo, los rusos nos enviarán trigo por diez años.

  • Y en lugar de promover que se inunde el mercado venezolano de comida china y de vodka ruso, que se invierta en tecnología en el campo y se asegure que el aparato industrial venezolano se reactive y se desarrolle, el gobierno nacional sigue con sus “empresas mixta” y concesiones petroleras.

  • Y Trump, viendo tal debilidad gubernamental, confirma que no hará nada sentándose con Maduro, porque éste, teniendo el recurso que todos quieren, no lo usa a su favor, sino que invierte en armas que seguramente nunca serán usadas más que contra los mismos venezolanos.

  • Es por eso que Venezuela no es Corea del Norte, pero sí que podría llegar a convertirse en un centro de conflicto entre las grandes potencias nucleares y económicas, como en su momento lo fueron Cuba, Vietnam o la misma Corea durante la larga guerra fría.

  • A todas estas, como siempre, somos los venezolanos los que salimos perdiendo: endeudados con los chinos y rusos, con la empresa petrolera nacional comprometida, con cuantiosos compromisos financieros que cumplir durante los años venideros, con la industria nacional en su peor momento, con la posibilidad abierta de un ataque militar al país, con un aislamiento internacional que estamos pagando muy caro, con el escenario abierto para un enfrentamiento entre hermanos y con la eventualidad de que un nuevo posible gobierno democrático tenga muy poca capacidad de acción frente a semejante hipoteca.

Autor: Global Libertas

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